Saray Darriba, profesora
Querer ser maestra requiere de una serie de motivaciones y, sobre todo, vocación. En mi caso, decidí adentrarme en esta profesión porque creo que nuestra labor ayuda a mejorar el mundo en el que vivimos. A través de una educación innovadora, en la que prime el respeto y potencie las capacidades de cada uno de nosotros, se puede llegar a formar personas que estén ilusionadas por crear, por investigar, por soñar, por descubrir y, lo más importante, por dedicarse a lo que más les apasione.